sábado, 9 de octubre de 2010

Los usos de Val del Omar

Val del Omar fue un artista que sorteó el áspero conflicto entre la voluntad politica de la república española y la todavia mas omnicompresiva y absorvente del franquismo, concentrando cada vez mas su obra en la experimentación tanto formal como técnica en los territorios de la cinematografía. En su día, esta estrategia fue reconocida y premiada sin que ninguna de las dos hubiesen bastado sin embargo para abrirle las puertas de la popularidad. Pero esta situación pareciera a punto de cambiar, a juzgar por la frecuencia de sus reapariciones publicas postmortem de los últimos meses, en algunos de los escenarios mas importantes del arte contemporáneo español. La comparecencia mas destacada es, obviamente, la que ha tenido lugar en el Museo Reina Sofia de madrid, donde esta misma semana se ha inagurado una gran exposición retrospectiva que - curada con su sabiduria y buen criterio habituales por Eugeni Bonet - ofrece una panorámica muy completa de la divesidad de intereses, temas, recursos estilisticos y técnicos puestos en juego por Val de Omar, a lo largo de su dilatada carrera artística.
Pero él tambien estuvo presente en Utrópicos - la edición de la bienal de Pontevedra, que tuvo lugar el verano pasado en dicha ciudad gallega - cuyo curador, Santiago Olmo, decidió incluir parte del trabajo de documentación cinematográfico que Val de Omar dedicó a las misiones pedagógicas organizadas por la república española con el fin de reeducar a un pueblo víctima mayoritariamente de la mala educación clerical. Olmo quiso con este gesto establecer conexiones entre ese proyecto histórico y proyectos actuales de artistas caribeños y centroamericanos que intentan popularizar los modelos contemporaneos de experiencia estética. Ecperiencia interactiva y no puramente pasiva.
Hoy, el turno de recuperacion de la obra de Val del Omar, le corresponde a Manifesta,el festival internacional de arte contemporáneo que abre su octava edición en Murcia y en Cartagena, en una docena de sitios y con obras de cerca de centenar y medio de artistas. Entre ellos, el artista checo de origen griego, Stefanos Tsivopoulos, que expone en una de las salas del magnífico Casino de Cartagena, una de las mejores obras incluidas de esta edición. Es una video proyeccion titulada elocuentemente Amnesialand, y ofrece una bella y estimulante reflexion audiovisual sobre La Unión - un antiguo y muy importante centro minero de la región de Murcia - en la que concurren la geologia, el paisajismo, la historia, la música y la literatura. E incluso la filosofia, porque en el curso de esta insólita lectura de La Unión como lugar de la historia y la memoria colectiva, el concepto de Acontecimiento - tal y como lo ha reelaborado Alain Badiou - aparece y reaparece como un ritornelo. Y tambien etá - como ya está dicho - Val del Omar y de nuevo con su documentación sobre las misiones pedagógicas y, más especificamente, con secuencias del documental Murcia - que Pedro G. Romero califica de ¨film manifiesto ¨- rodadas en La Unión y su entorno.
En el contexto discursivo elaborado por Tsivopoulos, Val del Omar muestra aspectos y facetas ineditas de una obra que, quizas no alcance nunca la popularidad, pero que se está revelando como potencialmente inagotable para quienes estan dispuestos a reactivar sus contenidos mas subversivos.
(09.10.10)



Stefano Tsivanopoulos. Una imagen muere cuando la mirada que la ilumina ha desaparecido.

1 comentario:

  1. Muchas gracias Carlos por escribir en tu blog, pero intenta regular la frecuencia de tus entradas. Tantas de un golpe me superan.

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